El costo del significado
Septiembre de 2014
Ivan Obolensky
Hay un cuento legendario según el cual Nathan Rothschild, el fundador de la firma bancaria N. M. Rothschild & Sons, cabalgaba junto a Wellington en la batalla de Waterloo y cuando pareció que Gran Bretaña había vencido a sus enemigos, espoleó al caballo y se dirigió a Londres tan rápido como pudo. Cruzó el Canal y a la mañana siguiente compró todos los papeles del Gobierno británico que pudo. De este modo hizo fortuna cuando se supo la noticia de la derrota de Napoleón.1
La información puede ser valiosa y merece la pena obtenerla, incluso a un gran costo.
Eso fue ayer.
Hoy la información es barata.
Está presente dondequiera que miremos; ya sea con o sin luces y sonido. Mire el panel de instrumentos de un Toyota Prius. Uno pensaría que se encuentra en el puente de mando de un crucero interestelar mientras la pantalla de distribución de energía en tiempo real muestra si al motor se le está agotando el combustible o la batería y qué se suministra a cuál mecanismo. Pequeños puntos de información recorren la pantalla, cambian de color y retroceden de nuevo.
No solo su automóvil muestra grandes cantidades de información. Las pantallas planas y los paneles de visualización grandes y pequeños han aparecido en casi todos los dispositivos electrónicos. Pronto, si la tendencia continúa, es probable que veamos inodoros con su propia pantalla táctil, como existen muchos ya en Japón.2
George Dyson, afamado por sus conocimientos en ingeniería y aspiradoras, dijo: “Ahora vivimos en un mundo donde la información es potencialmente ilimitada. La información es barata, pero el significado es caro”.3
¿Qué quiere decir esto?
Para ser significativa, la información debe tener sentido. Debe ser pertinente. Debe ser oportuna y útil. Debe ser valiosa y que valga la pena obtenerla.
La información debe examinarse. Es necesario dedicar trabajo y esfuerzo para separar lo que es importante de lo que no lo es; lo que es verdadero de lo que es falso.
De los diez párrafos anteriores, ¿cuál es el más significativo y sustancial?
Estoy seguro de que esto podría ser objeto de debate, pero elijo el último párrafo: “La información debe examinarse…”.
Lo elegí por dos razones.
La primera es porque pone de relieve por qué Google, Inc. ha tenido tanto éxito.
Imagínese que usted tiene que abrirse camino a la calle desde su puerta, pero el camino está bloqueado con nieve que cayó durante la noche y le llega hasta el pecho. Usted tiene una pala de nieve. ¿Qué hace? Toma la pala, recoge la nieve frente a usted en la dirección en que desea ir, levanta la pala y arroja la nieve hacia un lado. Luego repite esto muchas veces.
Lo anterior ilustra un algoritmo: una serie de pasos sencillos para realizar una tarea.
El éxito de Google se debe a un algoritmo de búsqueda patentado llamado PageRank. Devuelve las páginas en orden de importancia en función de las palabras de búsqueda originales.
En el caso de la búsqueda de Google, el algoritmo PageRank hace el trabajo. Los datos que utiliza son todos los sitios web accesibles en Internet.
Es debido a PageRank que la empresa es hoy una de las más valiosas que existen.4
La segunda razón por la que elegí el párrafo: “La información debe examinarse”, es porque encapsula una opción que está hoy delante de cada uno de nosotros.
Cuando un motor de búsqueda devuelve una respuesta en realidad devuelve dos. La primera es, por supuesto, el grupo de resultados que se ven. La segunda es la NO búsqueda. Todos los elementos de la búsqueda que no se mostraron. Aunque no son visibles, están allí de todos modos.
El motor de búsqueda realmente está comunicando lo siguiente, si tales cosas pudieran hablar:
“Hola, esto es lo que [el algoritmo] encontramos. Hay, por supuesto, cincuenta y tres mil otros resultados, pero en realidad, creemos que usted debe buscar en los que hemos delimitado en las 100 páginas siguientes. Hay otros que pueden ser de interés, tal vez aún más, pero entendemos que está muy ocupado y no puede perder el tiempo, así que esto es lo que creemos que es importante. Ha sido estupendo. Nos veremos de nuevo pronto. Utilizamos 0,43 segundos en ayudarle. En serio”.
¿Realmente quién hizo el esfuerzo aquí? Y los resultados, ¿fueron significativos?
Por supuesto, para buscar el horario de una tienda o encontrar un punto de venta en el centro comercial más cercano, esto funciona bien, pero ¿qué pasa con la investigación más importante?
Vale la pena señalar que si dependemos de otros para hacer nuestras búsquedas, recibiremos lo que esos otros han decidido que es importante para nosotros.
Aún más significativo es el hecho de que basamos nuestras decisiones futuras en esta información; no solo usted y yo, sino millones y millones de nosotros.
A modo de ejemplo, supongamos que queremos conocer los métodos viables para combatir el colesterol alto. Lo que nos devuelve la búsqueda son numerosos artículos, afirmaciones y referencias sobre el colesterol alto, pero ¿basados en qué criterios? Es cierto que estamos obteniendo resultados sobre el colesterol alto, pero quizás no los que son más significativos.
Nos guste o no estamos siendo encarrilados directamente por los resultados que obtenemos y más sutilmente por los resultados indirectos de las NO búsquedas. Es como entrar en la oscuridad con una pequeña linterna y mirar solo la luz.
No se equivoquen, obtener información significativa es caro, y si no es caro, puede que no tenga sentido.
Lo que tiene sentido se pierde en un océano de información que clama por nuestra atención ya sea en Facebook, en nuestra bandeja de entrada o con una alerta en nuestro teléfono inteligente.
Si hay una carrera por el significado, muchos están gastando mucho para ganarla.
Google ha estado invirtiendo millones, si no miles de millones, para obtener información de todo tipo. Ha contratado los talentos jóvenes más brillantes que ha podido y escatima muy poco en costos.
Los gobiernos también están frenéticos por recopilar información, y tampoco han reparado en gastos.
¿Qué pueden estar haciendo con todo esto?
En contraste, ¿qué pagamos para obtener información? ¿Nada?
Examinemos este asunto un poco más.
El otro día recibí un correo electrónico de un pasante en comercialización de contenidos. Decía:
“Hola:
Su sitio contiene un enlace a nuestro sitio web: (xxxxxx). Quisiera pedirle que por favor retiren el siguiente enlace de su página y me avisen cuando se hayan (sic) removido. Aprecio mucho su colaboración…”.
Esto tenía que ver con un enlace citado en un artículo anterior.
Cuando pregunté, la persona respondió diciendo:
“Necesitamos que el enlace se retire únicamente por razones de SEO. No tiene nada que ver con su sitio o el contenido. Apreciaría mucho si usted pudiera retirarlo…”.
SEO significa Search Engine Optimization (optimización de webs para buscadores), que es el proceso para hacer que un sitio web sea más visible. En otras palabras, cómo pasar de la página 412 a la página 1. Existe toda una industria dedicada al traslado en la clasificación de sitios web, para que uno pueda verlos. Hay otra industria dedicada al mantenimiento de la posición de los sitios web de alto rango. La gente está pagando para ser lo que usted está buscando.
Hay quienes están pagando un buen dinero (piense en caro) para que nos fijemos en ellos. ¿Qué le dice eso acerca de la validez de sus búsquedas?
Por cierto, ¿cuánto está pagando por su servicio de noticias?
¿Nada? Ya me parecía.
Hay un viejo adagio en el juego de póquer: Si usted no sabe quién es el incauto en la mesa, el incauto es usted.
Tal vez haya algo de verdad en el dicho de que se obtiene lo que se paga.
Veamos de nuevo lo que dijo Dyson:
“Ahora vivimos en un mundo donde la información es potencialmente ilimitada. La información es barata, pero el significado es caro”.5
Esto no significa que tengamos que salir y gastar necesariamente grandes sumas en información, aunque eso parecería ser lo que se deduce, pero por lo menos requiere que reconozcamos que tenemos que hacer un esfuerzo considerable si queremos que nuestros resultados tengan significado.
Tenemos que dedicar tiempo para seleccionar y ponderar la información que recibimos y no solo aceptarla.
Debemos cuestionar.
Debemos tratar de descartar, después de un examen cuidadoso, lo que es falso y conservar lo que creemos que es verdad.
Tenemos que hacer estas cosas porque de lo contrario nuestras decisiones serán seleccionadas por otros.
Seremos conducidos con información que no es significativa para nosotros, pero que sí lo es y está determinada por quienes no han reparado en gastos para reunirla y hacerla significativa para ellos mismos. Creemos que es toda para nosotros y que es gratis. Qué bueno es eso, ¿verdad?
Quizá no tanto.
- Hamilton, A. (2000). Rothschilds. British Banking History Society. Consultado el 12 de septiembre de 2014 en http://www.banking-history.co.uk/rothschild.html
- Daub, J. (17 de junio de 2011) The Amazing Toilets of Japan. Consultado el 12 de septiembre de 2014 en http://www.youtube.com/watch?v=_Xnm1syPnwE
- Dyson, G. (2011). Entrevista con The European. Consultado el 12 de septiembre de 2014 en http://www.theeuropean-magazine.com/george-dyson–2/6036-evolution-and-innovation
- Karch, M. (N.D.) What is PageRank and How do I use it? About.com. Consultado el 12 de septiembre de 2014 en http://google.about.com/od/searchengineoptimization/a/pagerankexplain.htm
- Dyson, op.cit.
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